Pues uno de esos seres inocentes protagoniza el último espectáculo de la payasa Pepa Plana, que esta vez trabaja con el dramaturgo y director Ferruccio Cainero, gran conocedor de la comedia del arte.
El ángel protagonista quiere volar para ser ángel de la guarda, aunque no lo consigue. Pero no le importa no saber volar, pues su viaje toma una dirección imprevista y acaba siendo el ángel de la guardia del fondo del mar. En este mundo, recreado con elementos de vídeo del estudio Nueveojos, vivirá divertidas aventuras hasta que descubra que en el fondo de ese mar en el que se acaba de instalar las cosas no son exactamente como creía.